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Te contamos que es la rosácea y cómo puedes tratarla.
Rosácea: ¿Qué es y cómo podemos tratarla?
La rosácea o cuperosis es una patología inflamatoria crónica que se aprecia en la piel por causar un fuerte enrojecimiento y, en ocasiones, ardor y picazón. Generalmente, esta dolencia suele afectar a la zona central facial, es decir, nariz, pómulos. barbilla y frente.


Esta enfermedad tiene unos claros síntomas, pero dependiendo de la persona afectada se puede manifestar de forma diferente. En ocasiones, se aprecia un enrojecimiento en la zona afectada, vasos sanguíneos visibles, pápulas inflamadas y sensación de ardor y picor.
En la actualidad no se encuentran probadas las causas exactas que pueden provocar la aparición de cuperosis o rosácea, si bien es cierto que esta enfermedad suele producirse en mujeres jóvenes de entre 30-40 años con piel clara. Además, se han avanzado estudios en los que se asocia la aparición de cuperosis con unas bacterias relacionadas con los ácaros.


Generalmente, la rosácea se debe a la dilatación y aumento de venas que se encuentran bajo la piel de la cara. Suele aparecer más frecuentemente en personas que se ruborizan con estímulos ya sea emocionales como ambientales.

Fases que puede tener la rosácea

La rosácea o cuperosis se caracteriza por ser una enfermedad de la piel que no siempre lleva un seguimiento lineal, es decir, dentro de sus etapas de evolución no siempre se comienza por la etapa 1 y se evoluciona hasta la 4. A continuación os explicamos las diferentes fases que existen sobre esta patología y cómo se pueden diferenciar.

Fase 1: Pre-rosácea

En esta etapa la rosácea no se manifiesta completamente y no suele estar visible de forma constante. El enrojecimiento que se produce en la zona facial es temporal y, en ocasiones, está producido por los cambios meteorológicos o cambios de estado emocional. Puede estar acompañado de picores o malestar.

Fase 2: Etapa vascular

En esta segunda etapa se genera una inflamación de los vasos sanguíneos superficiales de la piel originando así unas delgadas líneas rojas que se asemejan a pequeñas varices. En esta fase el picor, la quemazón y la rojez puede empeorar e incluso aparecer pequeños granitos por el exceso de sebo.

Fase 3: Etapa inflamatoria

Comienzan a originarse pústulas o pápulas en la piel y aumenta la sensibilidad de la misma. El enrojecimiento de la piel es permanente y suele darse en toda la cara, será necesario llevar una higiene facial profunda.

Fase 4: Etapa severa

Esta es la fase más avanzada de la rosácea, en esta fase los síntomas se agudizan tanto que llegan incluso a perjudicar el aspecto generando deformaciones. Algunas personas pueden desarrollar además de los problemas descritos inflamación a nivel ocular.

Factores desencadenantes de la rosácea

Son varios los factores que pueden empeorar los síntomas de la rosácea o cuperosis, a continuación os vamos a realizar un listado resumen para que podáis prevenir dichos factores.

Cambios bruscos de temperatura

Los cambios de temperatura producidos por factores climáticos como el calor, sol, frío, sequedad pueden resultar muy perjudiciales para la rosácea ya que aumentan las probabilidades de que aparezca un brote. Para poder tener bajo control este problema es recomendable mantener un especial cuidado con los contrastes de temperatura y, salvo que no sea posible, intentar evitarlos.


Una recomendación muy importante para controlar el brote de rosácea es utilizar protector solar diariamente durante todo el año para evitar que los rayos de sol puedan dañar la piel.

Evita las situaciones de estrés

El estrés es uno de los principales desencadenantes para muchas patologías de la piel, por lo tanto, con la rosácea no iba a ser menos. Si sufres de esta patología es importante que intentes controlar tu nivel de ansiedad ya que tu piel podrá resentirse.

Malos hábitos alimenticios

Es muy importante que todas las personas lleven una alimentación saludable y cuiden los alimentos que ingieren, pero si padeces una patología dermatológica aún es mucho más necesario para no incrementar el problema.


Por ejemplo, si padeces rosácea es recomendable evitar el consumo de alimentos picantes o caldos muy calientes.

Consumo de alcohol

El alcohol es una bebida que genera un efecto vasodilatador en la sangre y, por lo tanto, aumenta el flujo sanguíneo lo que hace que puedan aparecer en la piel rojeces, venitas o hinchazón. Es recomendable no consumir alcohol en exceso para que no se agraven los síntomas de la cuperosis.

Realizar ejercicio intenso

El ejercicio es muy bueno para la salud y practicarlo diariamente resulta necesario, pero las personas que cuentan con problema de rosácea deben no sobrepasarse para evitar que aumente el enrojecimiento facial. Recomendamos que estas personas intenten practicar deportes que no requieran de un esfuerzo exagerado.

Evitar el tabaco o humo

Fumar es un hábito que resulta muy nocivo para la salud y puede empeorar notablemente la piel haciendo que esta luzca con un aspecto menos saludable. Si además a esto le unimos que ya padecemos un problema de piel previo como la rosácea, esta podría agravarse.

Mantener la piel hidratada

El 70% de nuestra piel está compuesta de agua, es necesario que la mantengamos correctamente hidratada para que muestre un aspecto saludable. Una piel seca te hará ser más vulnerable a las incidencias meteorológicas como el cambio de temperaturas y también a otros problemas dermatológicos como la rosácea.

Uso de cosmética de calidad

Generalmente, muchas personas que padecen de problemas de rosácea suelen utilizar cosméticos para ocultar el enrojecimiento facial. Este método puede resultar efectivo, pero también puede generar problemas en la piel si no se utilizan los cosméticos adecuados.


Las pieles que sufren rosácea suelen ser muy sensibles y utilizar productos de baja calidad o que no vayan acorde a tu piel podrá agravar el problema. Es recomendable que apueste por productos de cosmética médica y que un dermatólogo o profesional le haga una valoración.

Tratamientos estéticos para controlar la rosácea

Son varios los tratamientos que pueden ayudar a controlar la cuperosis o rosácea, a continuación os enumeramos los 2 que más efectividad han demostrado.

IPL – Luz Intensa Pulsada

El láser IPL es el mejor tratamiento para la cuperosis o rosácea ya que gracias a la luz intensa pulsada se consigue eliminar las rojeces de la piel. Este tratamiento estético consiste en realizar disparos de luz siguiendo el trayecto de los vasos sanguíneos de la zona.


El láser IPL tratará múltiples alteraciones vasculares y además, también el fotoenvejecimiento de la piel ya que su uso ayuda a activar la producción de colágeno de la piel lo que mejora la firmeza, luminosidad e hidratación.

PRP – Plasma Rico en Plaquetas

La terapia con PRP o plasma rico en plaquetas es otro de los tratamientos que se ha demostrado que puede ser de utilidad con la rosácea ya que aumenta la producción de colágeno y suministra factores de crecimiento en la zona afectada.


El PRP ayuda a controlar y aliviar los síntomas que la cuperosis o rosácea provoca en nuestra piel.

¿Sufres de rosácea y quieres tratarla? ¡Solicita una consulta con nuestros especialistas!

Tras leer toda la información que te hemos facilitado sobre la rosácea, si crees que estás sufriendo de esta patología facial es hora de empezar a tratarla. En Virtus Estética contamos con un equipo de profesionales y los tratamientos más efectivos para poder ayudarte a mejorar. Solicita una cita con nuestros profesionales estéticos para que puedan valorar tu caso y plantearte la mejor alternativa.

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